Ella es una gitana nacida del brillo del sol y del encanto de la miel. Su presencia parece surgir entre los árboles como un destello sagrado: una mujer de luz, de misterio y de caminos abiertos. Lleva en sí la esencia radiante de Oshun: la dulzura, el esplendor, el magnetismo y la elegancia que no se finge, que simplemente nace.
Su piel tiene un tono hermoso y profundo que resalta con el oro que la abraza. El vestido, trabajado en encaje y brillo, cae como un río de oro vivo alrededor de ella. Cada detalle, desde la caída de sus telas hasta la forma en que la luz acaricia su atuendo, la hace verse como una criatura bañada en sol. La flor amarilla en su rostro, los accesorios, los velos y las piezas doradas hablan de una mujer que honra la belleza, el poder femenino y la magia natural.
En su rostro se aprecia el trabajo de realismo que caracteriza cada una de mis representaciones: labios definidos, mirada intensa, expresión viva. Sus manos, su postura, su presencia… todo en ella está cuidadosamente trabajado para que parezca una gitana que respira, siente y se mueve dentro de su propio mundo místico.
Ella mide 28 pulgadas, es completa de goma, y es una pieza de excelente calidad, hecha para ser contemplada y admirada. Y como todas mis creaciones, es única y exclusiva: jamás repito una muñeca, nunca hago dos iguales. Cada una nace con su propia historia, su propio espíritu, su propia luz.
Esta gitana es brillo, encanto y misterio. Una criatura bañada en sol… dulce como la miel y poderosa como la luz que nunca se apaga.